Esa mañana amaneció un día muy nublado y con mucho viento. Nada más desayunar nos fuimos hacia el barrio de Asakusa, para ver el templo Senso-ji. Antes de llegar al templo pasamos por la zona comercial, toda llena de puestos con regalos típicos y dulces, de los cuales no tengo fotos, por que estaba mas interesada en ver lo que vendían que en hacer fotos jajajaja.
Al finalizar la calle de puestos llegamos a la entrada del templo, dimos una vueltecilla por la zona e hice unas cuentas fotos (de estas si me acorde de hacer XD)
Después de eso nos fuimos para la Tokyo Skytree. Al llegar allí el tiempo había empeorado bastante y había tantas nubes que decidimos no subir, ya que como mucho veríamos las nubes cubriendo la ciudad, así que me quede sin subir, pero bueno dimos una vuelta por el centro comercial comimos, compramos unas cosillas y nos volvimos al hotel, por que encima y para rematar estaba lloviendo. Al final fue un día mucho mas tranquilo de lo esperado, pero bueno lo pasamos bien los dos paseando de relax por la zona de Asakusa y después por Akihabara.
Ya aprovecho y os cuento el fin del viaje.
Al día siguiente el tiempo no amaneció mucho mejor, estaba muy nublando y con mucho viento, incluso hacía algo de frío, como esa noche cogíamos el vuelo de vuelta dejamos las maletas en la recepción del hotel y nos fuimos a Akihabara a pasar la mañana en los Sega Park y Taitos de la zona (es decir nos fuimos a jugar a las maquinitas jajaja) y a menudas horas, después de todo el viaje, descubro el juego maimai GreeN PLUS y como es mejor verlo que que os cuente como es os enseño un vídeo
Yo, lógicamente, no jugaba a ese nivel, mas bien yo jugaba en nivel medio, que no era tanta locura, pero aun así engancha mucho!
Ese día era de descubrimientos, si, somos así, dejamos los descubrimientos para el ultimo día... Esta vez fue Rubén, quien a la hora de comer descubrió el tonkatsu, que no es mas que una chuleta de cerdo empanada, pero que le encantó.
Después de comer y de comprar unos últimos recuerdos nos volvimos al hotel y de ahí al aeropuerto, aun quedaba mucho para que saliera el avión, pero por miedo a que el viento fuera a mas o pasara algo nos fuimos prontito.
El avión salió puntual y puntuales llegamos a Madrid, donde mi padre nos esperaba para volver a casa.
Ahí acabó nuestro tercer viaje a Japón, pero no el último, eso seguro, Japón nos engancha de una forma que no es normal, así que en cuanto podamos volveremos.
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